El Perdonado debería Perdonar







“Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros”.Colosenses 3:13 (NTV)




¿Muestras gracia a la gente? Eso es lo que Dios quiere que hagamos, pero no siempre es fácil recordarlo porque muy seguido estamos enfocados en nosotros mismos.


Algunas veces es más fácil ser egoísta en vez de mostrar gracia. Observas al cajero lento de la tienda como una interrupción de cinco minutos en tú día en vez de ver a alguien que está batallando para mantener su trabajo, o alguien quien acaba de recibir la peor noticia de su vida unos minutos antes.





Observas a esa persona en tu familia quien está atravesando una lucha como alguien que te drena en vez de verla como alguien sin esperanza en una situación desesperada. Observas a la persona que te cierra en la autopista como una personificación de Satanás en vez de ver solamente a una persona que necesita el amor de Dios.


Todos somos personas con la necesidad del amor de Dios. Por eso vino Jesucristo al mundo. Y al mostrarle gracia a los demás recordamos lo que Dios ha hecho por nosotros. La máxima forma en que Dios nos muestra su gracia es a través del perdón. Y la máxima forma en que él nos pide que mostremos gracia a las demás personas es perdonándolos.


Colosenses 3:13 dice, “Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros” (NTV).





Frecuentemente la gente me pregunta, “¿Cómo puedo encontrar la fuerza para perdonar? Yo no la tengo.” ¡Yo tampoco la tengo! El único lugar donde he encontrado la fuerza para perdonar es recordar lo mucho que Jesús me ha perdonado. Cuando recuerdo eso, entonces Él me da la fortaleza y la gracia para perdonar a otros.


A Clara Barton, fundadora de la Cruz Roja Americana, un amigo le recordó algo especialmente cruel que alguien le había hecho años atrás. Barton actuó como si no lo recordara, y el amigo preguntó: ‘¿No te acuerdas?’. Su famosa respuesta fue: ‘No, sólo recuerdo claramente haberlo olvidado’.





¿Qué necesitas para olvidar? Si no perdonas, no disfrutarás la visión de Dios para el resto de tu vida, porque la falta de perdón te mantendrá atorado en el pasado. Necesitas perdonar por tu propio bien, y entonces continuar con tu vida. El perdonar no quiere decir que lo que alguien hizo fue correcto o que no deban existir consecuencias por lo sucedido. Simplemente significa que dejas ir tu enojo y el sentirte herido y se lo entregas a Dios para que puedas alcanzar el propósito de Dios para tu vida.


Cuando eso parece imposible, cuando te sientes que no tienes gracia para con alguien, solamente recuerda una cosa: Jesús te perdonó. Recordar la gracia que Dios te ha mostrado te dará la fortaleza para tener la gracia y perdonar a otros.

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