Cuatro Pasos Para Ayudarte a Dejar La Preocupación
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes” 1 Pedro 5:7 (NTV)
Se requiere más que fuerza de voluntad para dejar de preocuparse. Ya lo sabes, porque ya lo has intentado. Has pensado: “No debería preocuparme sobre esto”, aun así, sigues preocupándote.
Va a tomar más que fuerza de voluntad el dejar de preocuparse. Se requieren cuatro cosas:
1. Tienes que conocer a Dios.
Jesús dice en Mateo 6:32 “Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan” (TLA). Si no tienes una relación con Dios, tienes toda la razón para preocuparte. ¡Tienes que conocer a Dios! Como creyente, tienes un Padre Celestial quien ha prometido cuidarte. Eres un hijo de Dios, y los hijos tienen privilegios especiales. Cuando te preocupas, Dios dice: “Tú eres mi hijo. ¿Por qué estás actuando como un huérfano?”.
2. Tienes que poner a Dios primero en cada área de tu vida.
Mateo 6:31-33 dice, ‘Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?” … pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y se les dará todo lo que necesitan” (PDT). En el momento en el que sacas a Dios del centro de tu vida y pones ahí cualquier otra cosa –no importa que tan bueno sea- te vas a preocupar.
3. Tienes que vivir un día a la vez.
La Biblia dice, “Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día” (Mateo 6:34 TLA). Si te estás preocupando por el mañana, no puedes disfrutar el hoy. Te pierdes las bendiciones de hoy. Está bien planear para el futuro, pero tienes que vivir en el presente. También, cuando estás siempre preocupado sobre el mañana, el futuro se vuelve abrumador, Pero Dios te dará la gracia y la fortaleza que necesites cuando llegues ahí. Justo ahora, solo necesitas la fuerza suficiente para hoy.
4. Tienes que depositar tu confianza en que Dios se ocupará de ello.
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes” (1 Pedro 5:7 NTV). ¿Cómo hacer eso hoy? Una forma es memorizar las promesas de Dios en la Biblia. Son como una póliza de seguro para los creyentes. Cuando sabes que algo está cubierto, no te vuelves a preocupar. Otra forma es orando. Si oraras tanto como te preocupas, tendrías mucho menos de que preocuparte.
¿Cuál es el resultado de seguir estos pasos? Una paz mental increíble: “Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo” (Filipenses 4:7 TLA).
Haz esta oración hoy: “Padre celestial, Admito que a menudo olvido que tú estás conmigo. A menudo olvido como eres. Necesito conocerte mejor. Necesito conocer mejor tu Palabra y tus promesas. Ayúdame a ponerte primero en cada área de mi vida. Ayúdame a vivir un día a la vez. Ayúdame a no preocuparme por el mañana y enfocarme en lo que estás haciendo en mi vida justo ahora. Quiero confiar en tu promesa de cuidar de cada una de mis necesidades –financieras, familiares, físicas, sociales, espirituales y emocionales. Ayúdame a confiar más y preocuparme menos. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
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